La ventaja de este postre es que se prepara muy ràpido (indispensable en mi vida!) y el éxito està asegurado.
Ingredientes
- 250 gr. de mascarpone (yo lo utilicé light porque la tarrina del norrmal era demasiado grande)
- la piel de medio limón grande o la de uno pequeño entera
- 130 gr. de azúcar blanco (yo utilicé de tipo "muy fino". Si ponéis màs cantidad quedarà demasiado dulce)
- 2 sobres de azúcar de vainilla
- 3 huevos grandes (L)
- 1 làmina de pasta "sablé" (en España creo que va a ser complicado encontrarla pero podéis conformaros con pasta brisa o de hojaldre)
- 50 gr. de polvo de almendra
Tan sencillo como batir los huevos, uno por uno (con las barillas mejor). Cuando esté esponjoso echamos el mascarpone y mezclamos. Luego el azúcar y los sobrecitos. Echamos el polvo de almendra y para terminar la piel del limón que hemos rallado antes.
Extendemos la masa sablé en un molde (el papel sulfurizado va debajo para evitar que se pegue). Consejo: es mejor manejarla unos minutos después de sacarla del frigo sino puede que se parta.
Echamos la mezcla de todos los ingredientes encima y lo metemos al horno previamente precalentado a 180 grados. Debe quedarse en el horno unos 40 minutos (si lo ponéis muy arriba puede que la pasta sablé se dore demasiado).
La tarta se degusta templata o fría (pero no del frigo).
Aviso importante: Cuando la saquéis del horno parecerà que aún està demasiado blanda, pero en cuanto pierda calor endurecerà. No la dejéis màs tiempo en el horno para que endurezca!